Protección Auditiva: Reducir el riesgo

Protección Auditiva

Lo que se requiere para proteger la audición de los trabajadores.

Protección Auditiva: Reducir el riesgo de pérdida de la audición

Lo que se requiere para proteger a los trabajadores es una trifecta de prevención de la pérdida de la audición: un dispositivo de ajuste óptimo y máximo confort. Por lo menos cuatro millones de empleados van a trabajar diariamente en ambientes con ruido dañino, diez millones de personas en los EE.UU. tienen una pérdida de audición asociada con el ruido y veintidós millones de trabajadores están expuestos a ruido potencialmente dañino cada año, de acuerdo al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

La pérdida de audición por motivos ocupacionales es la enfermedad de mayor incidencia en la manufactura con 1 caso por cada 9 reportados en total, de acuerdo a la Secretaría de Estadísticas Laborales, como se cita en un documento del CDC del Instituto Nacional de Seguridad Ocupacional y Salud (NIOSH). A pesar de que la exposición a un ruido traumático puede causar una pérdida inmediata de la audición en algunos casos, la mayoría de dichas pérdidas ocurren de manera tan gradual que los trabajadores no perciben que están perdiendo su audición, añade el documento.  Con la exposición continuada, la pérdida de la audición se da en aquellas frecuencias más necesarias para entender el lenguaje.

En la mayoría de lugares de trabajo se emplean de manera tradicional los tapones de espuma para bloquear el ruido.  Sin embargo, su efectividad depende no sólo de un correcto uso y del ajuste del protector a cada oído en particular sino también del cumplimiento de las normas de su uso, es decir, si los trabajadores los emplean de manera consistente y los ubican de manera correcta en sus oídos.

“La mayoría de las personas usa los tapones auditivos de manera incorrecta, lo que limita su efectividad”, dice el PhD John Franks, exjefe de la Sección de Prevención de la Pérdida de Audición del NIOSH.  “Cada tapón de espuma debe enrollarse fuertemente, ser puesto de manera profunda en el canal auditivo y luego ser sostenido en su lugar con el dedo índice hasta que se expanda de manera completa y sólo se pueda ver su parte exterior.  En vez de ello, la mayoría de la gente los deja colgando por fuera de sus oídos.”

Otro reto ocurre cuando los trabajadores deben hablar personalmente o a través de un radio de doble vía en ambientes de trabajo con alto nivel de ruido.  Para escucharse y comunicarse, se quitan los tapones, lo que los expone al ruido dañino por el tiempo que dure la conversación. Esta exposición acumulativa al ruido dañino en el sitio de trabajo está causando la pérdida de la audición.

“La gente normalmente se quita los tapones para entablar una conversación”, dice Franks.  “Pero retirarse los tapones el 20% del tiempo, reduce su efectividad a la mitad.”

Lo que se requiere para proteger a los trabajadores es una trifecta de prevención de la pérdida de la audición: un dispositivo que cuente con un ajuste óptimo, máximo confort y la capacidad para que sus usuarios puedan comunicarse verbalmente o a través de radios sin tener que quitárselo.

Para atacar el problema severo de la pérdida de audición ocupacional, es de ayuda el considerar la solución ideal que debe contar con los tres factores descritos anteriormente.

Primero, un dispositivo ideal de protección de la audición debe ser diseñado a la medida para satisfacer los requerimientos de cada empleado o trabajador de la planta.  Eso implica que se ajuste a todos los oídos sin importar las diferencias en tamaño, forma o profundidad.  Tal como los copos de nieve, no existen dos oídos iguales y estos, además, siguen creciendo a lo largo de la vida de las personas, por lo que no existe un dispositivo que se ajuste a todos en relación a la protección de la audición.  Con un mayor ajuste y confort, los trabajadores usarían los dispositivos siguiendo las reglas de su uso.
Segundo, el dispositivo de prevención de la pérdida de audición debe prevenir que los sonidos fuertes ingresen al oído en niveles que pudieran causar daño instantáneo o daño a lo largo del tiempo.

“El NIOSH recomienda reducir la exposición al ruido en el trabajador a 85dB durante 8 horas, pero esto puede generar la pérdida de la audición en entre un 12 y 15% de los trabajadores durante sus vidas laborales,” dice Franks.

Tercero, el dispositivo debe prevenir la exposición a ruidos fuertes sin limitar la comunicación y debe poder usarse todo el día.  De esta manera el trabajador podría usar el dispositivo durante todo el día de trabajo, lo que eliminaría el daño en la audición que puede ocurrir cuando se retiran los tapones típicos en ambientes de trabajo con altos decibeles para entablar comunicaciones.

Afortunadamente una nueva generación de protección ocupacional de la audición se ha diseñado con la trifecta del ajuste a la medida, el confort y la capacidad para comunicarse mientras se es usada.

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